Una enfermera
que ha trabajado muchos años en la unidad de cuidados paliativos revela cuales
son los arrepentimientos o las cosas que harían de manera diferente los
pacientes que se enfrentan irremediablemente a su muerte, y los temas comunes
que surgieron una y otra vez fueron estos cinco:
Ojala hubiera tenido el coraje de vivir una
vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.
Este
fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su
vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, es fácil ver cuántos
sueños se han cumplido. La mayoría de la gente no había cumplido aun la mitad
de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían
hecho, o que no hicieron.
Ojala no hubiera trabajada tan duro.
Esto
salió de cada paciente masculino que cuido. Se perdieron la juventud de sus hijos
y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaron de esto. Pero como la mayoría
eran de una generación anterior, muchos de los pacientes de sexo femenino no habían
sido el sostén de su familia.
3
Ojala hubiera tenido el coraje para expresar
mis sentimientos.
Muchas
personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz de los demás.
Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a
ser lo que eran realmente capaces de llegar a ser. Muchas enfermedades se
desarrollan como un resultado relacionado con la amargura y el resentimiento que cargan.
4 Me hubiera gustado estar en contacto con mis
amigos.
A
menudo no se dan cuenta realmente de los beneficios de los viejos amigos hasta después
de semanas de convalecencia, y no siempre es posible localizarlos. Muchos de
ellos han llegado a estar tan atrapados en sus vidas que habían dejado que
amistades de oro se desvanecieran por el paso de los años. Pese a los lamentos
profundos acerca de no dar a las amistades el tiempo y el esfuerzo que se merecían.
Todo el mundo pierde a sus amigos cuando esta muriendo.
5 Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser
mas feliz.
Muchos
no se dan cuenta hasta el final de que
la felicidad es una elección. Se habían quedado atrapados en patrones y hábitos
antiguos. El llamado “CONFORT” de la familiaridad desbordante en sus emociones,
así como su vida física. El miedo al cambio les había hecho vivir fingiendo a
los demás, y para ellos mismos, que estaban contenidos. Cuando muy adentro,
anhelaban reír de verdad y tener esa estupidez en su vida de nuevo.
LA VIDA ES UNA ELECCION. ES SU VIDA. ELIJA
CONSCIENTEMENTE, ELIJA SABIAMENTE, ELIJA HONESTAMENTE. ELIJA FELICIDAD.
Gran entrada, María!
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