Me parece un tema importante a saber ya que el futuro de la rehabilitación está en manos enfermeras y fisioterapeutas, por lo que he encontrado este artículo en el periódico "Mundo Sanitario" que me envía el SATSE a casa. He leído la noticia, me ha parecido interesante y os la expondré a continuación. De todos modos, si alguno está interesado en leerla en su formato original (en este caso será la versión digital, porque yo lo tengo impreso) podéis encontrarlo en este enlace: http://granada.satse.es/comunicacion/publicaciones/impresas/mundo-sanitario44
Y bueno, con este artículo me gustaría despertar alguna curiosidad por el mundo de la rehabilitación enfermera, para que luego no digan que en la USC no salimos bien formados :)
Os pongo aquí la noticia:
MUNDO SANITARIO 1-15NOV NÚM: 363
La consulta de rehabilitación cardiaca del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares es una de las seis unidades emergentes puestas en marcha este
mismo año en la Comunidad de Madrid para impulsar el tratamiento y recuperación de los pacientes con enfermedades cardiovasculares, una unidad en la que los profesionales de enfermería y fisioterapia ejercen un papel fundamental.
En funcionamiento desde hace 6 meses, esta unidad está dirigida a cardiopatía isquémica, aunque el objetivo es que la atención se extienda progresivamente a un mayor número de pacientes y dolencias. El programa de rehabilitación, como nos cuenta Inés Goñi, enfermera de la unidad, abarca 3 fases: el ingreso hospitalario, el programa físico y educación para la salud y el mantenimiento de los nuevos hábitos adquiridos. El objetivo de la unidad, además de ofrecer un programa de rehabilitación cardiaca eficaz, pasa por recuperar y mejorar el bienestar físico, psicológico y social de los pacientes y alcanzar una calidad de vida óptima con la reincorporación a sus actividades habituales. Para ello es necesario contar con un equipo multidisciplinar integrado por profesionales de enfermería, fisioterapia, psicología y medicina cardiovascular. La labor de enfermería es fundamental desde la primera fase, momento en el que se encarga de detectar los hábitos del paciente que han podido influir negativamente en su dolencia y que tendrá que cambiar. Durante la segunda fase, los profesionales de enfermería, junto con los fisioterapeutas, supervisan el
entrenamiento físico de los pacientes, que acuden cada día al hospital durante dos meses: 3 veces por semana para realizar ejercicio (bicicleta estática o cinta) y dos para asistir a sesiones de educación para la salud y a la visita con el psicólogo. El entrenamiento consiste en realizar un período de una hora de ejercicio en el que su frecuencia cardiaca ha de alcanzar entre un 75 y un 85% de los valores previos de cada uno, precedido y seguido siempre por estiramientos que controla la fisioterapeuta de la unidad. Enfermería se encarga de controlar el electrocardiograma de cada paciente, puesto que están monitorizados.En esta segunda fase entra en juego también la reeducación en hábitos saludables. Las profesionales de enfermería de esta unidad imparten sesiones informativas en las que abordan temas como la nutrición, la deshabituación tabáquica y los factores de riesgo. Fisioterapia se encarga de que los pacientes interioricen la práctica diaria de ejercicio. Una vez concluida esta fase la mejora de los pacientes, como nos cuenta inés Goñi, se percibe en la prueba de esfuerzo y en la ergometría.Comienza entonces la tercera fase; los pacientes pasarán por la consulta de enfermería a los 3 y 6 meses, un seguimiento cuya finalidad es controlar el mantenimiento de los nuevos hábitos adquiridos y detectar posibles fallos. Al concluir la rehabilitación el control pasará a A. Primaria.
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