"¿Cómo te puede gustar estar rodeada de gente enferma?", "vas a vivir amargada y acabarás con depresión", "¿de verdad quieres pinchar culos el resto de tu vida?" "¿por qué no estudias Medicina?", "seguro que no te daba la nota para más", "renegada", "vas a ser la chacha de los médicos", "puedes aspirar a más"...
No podéis ni imaginar cuántas veces he escuchado cosas parecidas. Sí, son ofensivas, pero la verdad es que no me molestan. No necesito darle explicaciones a nadie, ya que quien no entiende que ser enfermera es algo digno, humanitario y realmente hermoso, por sí mismo, no comprenderá una larga reflexión.
Pero hoy, a quien me lea, le contaré por qué quiero ser enfermera.
En apartados anteriores os he relatado cómo ha sido mi llegada a la Universidad y cómo siempre he intuido que quería dedicarme a esto. Aunque he de ser sincera también. Hace dos años, pretendía entrar en Medicina.
Veréis, hubo una especie de fiebre que hizo que la mayor parte de las personas que estudiaban conmigo en el instituto quisieran hacer Medicina. No me considero una persona influenciable, pero he de decir que, aun teniendo especial interés por la rama sanitaria, con 17 años todavía no tenía nada claro. Un día me planteaba ser fisioterapeuta, otro día pensaba que estudiar Biotecnología sería genial y al día siguiente quería sacar buena nota y entrar en Medicina.
Todo tontería. De verdad. Al final del día siempre acababa pensando en la misma opción: Enfermería. Y no, NO era la opción fácil, ni era lo que ya tenía asumido que haría. Era lo que realmente me atraía desde siempre.
Y gracias a Dios, aquí estoy.
Cuando terminé la selectividad, me olvidé de tanta mierda, tanta ponderación, tanta nota... solo eran números, pero ... ¿números que decidían mi futuro? Técnicamente sí, pero, por suerte, tengo una gran maestra. No me enseña matemáticas o biología, no, me enseña valores y lecciones de vida. Esa maestra es mi madre.
"Cariño, llevas dos años agotada. ¿Para qué? Te veo perdida y no veo razón para ello. ¿Que qué quieres ser? Dime, ¿qué te haría feliz?. Déjate de números y escúchate a tí misma"
Y eso hice. Y por eso estoy aquí, porque me escuché a mí misma.
Sin exagerar, fue la mejor decisión de mi vida. No solamente porque a esto me quiero dedicar, sino porque me ha aportado todo. Gracias a esta carrera, he conocido a personas maravillosas, de las que aprendo cada día. Venir a esta ciudad y estudiar Enfermería me dio la vida.
Me llena lo que hago. Todas las horas que paso en ese hospital me aportan más de lo que podría expresar. Adoro esto, levantarme feliz, con ganas. Y todo gracias a esa decisión.
¿Que por qué quiero ser enfermera? Porque una enfermera es una luchadora nata, es eficiente, observadora, disciplinaria, responsable, profesional. Es una persona que disfruta de las pequeñas cosas, que ve alegría donde otros ven tristeza, que nunca deja de aprender.
Seamos sinceros, ¿quien no querría algo así?
Aquí os dejo el vídeo que me inspiró para esta entrada, espero que os guste!
No hay comentarios:
Publicar un comentario