Hay enfermeras.... y enfermeras.

Hoy queridos lectores quiero aportar un pequeño toque de humor, que nos hace falta a todos, así que no os toméis este post en serio.

Si todos hiciéramos memoria y tratásemos de recordar a una enfermera de nuestra infancia creo que todos estaríamos pensando en lo mismo.

Era una enfermera que curaba a nuestros seres más queridos cuando estaban en las últimas, y oye, tenía una mano de santo, que los curaba hasta puntos inalcanzables. (ahora vendrá Milton Terris a decirme que el polo del óptimo de salud nunca se consigue porque es utópico) Y UN JAMÓN. Esta enfermera recuperaba las vidas al 100%. No importaba qué tuviera nuestro "amigo". No importaba en absoluto. 

Y ahora me pregunto... ¿Qué demonios le pondría en la IV? ¿Un tazocel? ¿Enantyum, adolonta? ¿Meropenem? Sabe Dios, pero sanar, sanaban. 

Y, como no, estoy hablando de la enfermera por excelencia (con mil perdones de Florence Nightingale), LA ENFERMERA POKÉMON JOY. 

Las había más adultas, más pequeñas,más modernas, o más antiguas (para los afortunados que pillamos Pokémon en sus primeras ediciones) Bueno, amigos, mi vena friki me ha reventado y me ha recordado las partidazas de Pokémon rojo que nos echábamos, uniendo nuestras consolas por el cable link, o duplicando Pokémons apagando la consola al mover de caja los bichillos. ¡Qué tiempos!

Bueno, veis que me voy por las ramas. A lo que iba. Enfermera por vocación, jamás protestaba cuando Bulbasur le pegaba un latigazo cepa en toda la "feis", o cuando Blastoise tenía incontinencia. Jamás. Ella los sanaba. Y rápido. Y GRATIS. 

¡GRATIS!

¡Ay como la pillase Rajoy! Menos mal que en pueblo lavanda no tiene mayoría. Sanidad eficiente y gratis, ¡eso sí que es vida!.

Así que, remato este post invitándoos a que demos una vista atrás y recordemos lo felices que éramos con tonterías tan simplonas como los tazos, jugar en la calle... Y que disfrutéis de la vida. ^+^

PD: mirad qué amabilidad con los pacientes. Aprendamos, señores.