sábado, 30 de noviembre de 2013

Una simpática ardilla enfermera



Vera la Enfermera es la protagonista de una campaña que tuvo como fecha de partida el 20 de noviembre de 2010, día en el que se conmemora el “Día Internacional de la Infancia” y que volvió a retomarse el año pasado. Se trata de una ardilla enfermera a través de la cual se pretendía que los niños conociesen cual es la función de la enfermería, cual es su trabajo diario y que, tanto niños como padres, reconociesen al personal enfermero como algo imprescindible para su bienestar. 

Impulsada por el Sindicato de Enfermería SATSE, y su Fundación para el Desarrollo de la Enfermería, FUDEN, junto al sindicato de profesores ANPE, la campaña “Vera, la enfermera” se desarrolló en toda España. El interés de los profesionales de enfermería de unirse con los profesores se debió a que eran muy conscientes de que la educación es un determinante social de la salud, y que, por mucho que existan centros sanitarios suficientes y cualificados, si las personas no tienen acceso a información y formación adecuada ni tienen posibilidades de entender y comprender cómo cuidarse y no volver a enfermar, su salud y bienestar está en peligro.

Los talleres se celebraron en centros sanitarios y educativos en los que se distribuyó el cuento “La gran aventura de Vera”, en castellano e inglés, y un CD con la narración del mismo también en ambos idiomas. La publicación también incluía una serie de pasatiempos para que los niños los completasen y dibujos para colorear.

Además, proyectaron imágenes y una cuenta cuentos con Vera, como protagonista de los cuidados que reciben los niños. De esta forma, tanto los padres como sus hijos se familiarizan con los instrumentos de trabajo de la enfermera, como el termómetro, las mascarillas…



Las actividades organizadas tenían los siguientes propósitos: que los niños y sus padres reconociesen a la enfermera y su trabajo como imprescindibles dentro de sus vidas;  que percibiesen la visita a la consulta de enfermería no como algo negativo relacionado con la enfermedad, al contrario como algo positivo como “a un hecho positivo para su salud”; que los niños asociasen su visita a la consulta con una experiencia lúdica, familiarizándose con las herramientas de trabajo de las enfermeras y asimilando los valores positivos de esta profesión; y que las propias enfermeras reconociesen la importancia de su trabajo para el bienestar de la salud de la población.


La elección del símbolo de la ardilla no fue casualidad sino que escogieron este simpático animal ya que destaca por su inteligencia y astucia, su espíritu solidario y trabajador, así como por su sociabilidad, virtudes todas ellas de los enfermeros.






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